Conferencia sobre la libertad y la necesidad de los
cubanos de ser libres.
Ing. Gerardo Páez.
Presidente del Partido Acción Concertadora Democrática
Ing. Gerardo Páez.
Presidente del Partido Acción Concertadora Democrática
Hay una
aspiración inscrita en el corazón de los cubanos que lo empuja a ser libre, a
buscar siempre mayores grados de libertad, a vivir esa libertad en todo y cada
uno de sus actos y a tratar por sobre todas las cosa de defenderla.
Toda persona
nace libre y viene a este mundo dotado de razón y conciencia. Es más, la
esencia que distingue al ser humano del
resto de los animales y de las cosas es precisamente que tiene, en el mismo
centro de su ser, esa capacidad de tener conciencia de su propia dignidad y un
deseo imparable de alcanzar su total realización.
Llegamos a ser
personas cuando alcanzamos a ser dueño de nuestra vida y de nuestro destino y
cuando podemos diseñar nuestro propio proyecto de vida. Esto lo digo sin temor
a equivocarme, ya que a mi entender, el
ser humano es una persona, es decir, un universo de naturaleza espiritual
dotado de libertad de elección y destinado a la libertad de autonomía.
La libertad que
es el tema principal de esta conferencia, es de tal manera constitutiva de la
persona humana, es decir, ustedes, y ésta deja de ser lo que es cuando se le
limita, se le arrebata o se le manipula su libertad. Sin libertad no hay
personas sino piezas de un mecanismo de opresión y por supuesto, si están hoy
todos aquí es por el solo hecho de que detestan vivir en un régimen de opresión,
pero para vivir libre de un régimen de opresión es necesario la otra cara
inseparable de la libertad: la responsabilidad. Libertad sin responsabilidad es
libertinaje inmoral y dañino para la propia persona y para los demás.
Responsabilidad sin libertad, en cambio es puro teatro, una farsa bien montada
sobre un guión que dirigen, manipulan y protagonizan los verdaderos
responsables que han arrebatado o restringido las libertades que deben ejercer
ustedes como ciudadanos y quienes han llegado incluso hasta lesionar la
libertad interior que es inherente a cada persona que les es inherente a
ustedes que de alguna manera la han visto en peligro y es por eso que hoy
muestran aquí su deseo de aprender y prepararse en el justo y necesario
ejercicio de la libertad y la responsabilidad para convertirse en los líderes
que nuestra sociedad pide a gritos para que ayuden a resolver los problemas
acumulados por año, fruto de la incompetencia y la manipulación a la que hace
un rato se hacía referencia.
Por ejemplo,
cuando en un país se lesionan las libertades de conciencia, de religión, de
expresión, de asociación, u otras, algo muy grave se ha dañado en la
convivencia de ese país. Pero siempre puede quedar, en el santuario de la
conciencia de los ciudadanos de ese país, esa otra libertad interior, que es la fuente y la raíz de todas las demás
libertades. Es también raíz y fuente de las libertades cívicas. Es por eso que
a lo largo de la historia hay naciones que han perdido en reiteradas ocasiones
sus libertades o, incluso su independencia económica o política, pero al cabo
del tiempo, sus propios ciudadanos han podido recuperarla. Sin embargo existen
otras naciones en las que se ha conculcado y desconocido las libertades de los
ciudadanos y pasan años y décadas y éstos no logran recuperar, por ellos
mismos, ni las libertades que se han dejado arrebatar, ni la libertad de su
pueblo.
Generalmente hay
un indicio que va relacionado con esta impotencia para rescatar la libertad.
Ese síntoma fatal es un serio deterioro de la responsabilidad personal de cada
ser humano. Cuando se llega a este punto en el que, además de las libertades
mencionadas se ha llegado a dañar la libertad interior y la responsabilidad de
los ciudadanos, entonces, algo muy grave y muy serio se ha dañado en el alma de
los pueblos, en su capacidad de ser nación, en su identidad cultural, en su
eticidad.
Entonces nos
preguntamos: ¿por qué en algunos pueblos sus propios ciudadanos aspiran, luchan
y alcanzan a tener, conservar e incrementar, cada vez, mayores grados de
libertad? Y ¿por qué en otros países los mismos ciudadanos hacen dejación de su
propia libertad interior, abdican su propia conciencia, renuncian a gobernar su
propia vida, deponen su responsabilidad y acceden a que otros se la manipulen,
les programen la vida y se la administren hasta en los más mínimos detalles?
Una respuesta en
este segundo caso es que no solo se han violado las libertades de ese pueblo,
sino que se les ha secado la libertad interior y personal a sus ciudadanos.
La libertad
interior se seca cuando no se ha educado para la libertad. Cuando se ha nacido,
crecido y educado en un clima de miedo delaciones y opresión. Estos son los
frutos de una educación manipuladora e ideologizada, destinada a reproducir
patrones de imitación y de acatamiento. Largos e ininterrumpidos años de
adoctrinamiento masivo y dogmatico, nos forman, o mejor, nos deforman, para
acatar y obedecer, para la sumisión o la simulación.
Dos factores: el
sistema de educación y los medios de comunicación social, han sido los dos
mecanismos que más han dañado la libertad personal y la responsabilidad cívica
de los cubanos. Es verdad que estos dos
instrumentos son universales y llegan a casi todos, pero <> porque, en general, no se revierten en virtudes y valores
sino en disimulos, despersonalización y desarraigo.
Miremos a
nuestro alrededor: cuando la libertad interior y las libertades públicas no se
cultivan en el hogar, ni en la escuela, ni en el trabajo, ni a través de la
prensa, la radio y la televisión, brotan, sin esperarlos, los síntomas de una
educación para la manipulación y la incondicionalidad que inculcan esos
espacios. Esos síntomas los podemos encontrar por cualquier lado: la
irresponsabilidad que raya en la incapacidad para diseñar cualquier proyecto de
vida hasta el abandono de la propia personalidad, la fragilidad ante las
presiones, el deseo irrefrenable de huir hacia ninguna parte, la doblez si
conciencia de culpa, entre otros.
Vemos crecer,
también, un fenómeno sociológico llamado “Anomía”, que no es más que esa falta
de gobierno de sí mismo, que los especialistas describen como ´´una
concentración de motivos de inadaptación debido a la desintegración social… pues,
precisamente, es en los períodos de cambio rápido e incontrolados y de crisis
económica, períodos en los que fallan los elementos sociales que garantizan una
autorrealización ordenada de las personas, cuando se manifiestan signos
progresivos de inseguridad, de pérdidas de significado, de irrupción de
instancias de confusión y de insatisfacción de las necesidades y deseos
individuales hasta llegar al suicidio anómico que confirma el fracaso de la ley
en su intento de humanizar el deseo humano y el triunfo de la angustia que
ocasiona un deseo insatisfecho… en otras palabras, la Anomía nace del hecho de
que en determinada sociedades se ejerce una fuerte presión generalizada para
interiorizar algunos fines y luchar para alcanzar los que son propios de una capa
o clase, sin que al mismo tiempo se brinden a todos las mismas oportunidades
iníciales ni los mismos medios institucionales en orden a alcanzar esos
fines.
Tanto el
incremento de la violencia, del desorden social y el suicidio por un lado, como
el incremento de la vulnerabilidad moral, la debilidad de carácter, el desgano
de vivir, la adicción a las drogas y el alcoholismo, sobre este último flagelo
nuestro Centro realizó un estudio reciente
demostrando cuan vulnerables somos en ese sentido, son síntomas de la
alienación de la persona humana, del ansia de escapar a todo tipo de presiones,
al excesivo control y a los modelos autoritarios y paternalistas que provocan
la falta de libertad.
Pero no es
prudente y no libera quedarse con la sola comprobación de la realidad
circundante y lamentar la ausencia de una libertad personal a la altura de la
dignidad y los derechos que todos debemos defender, motivo por el cual todos
estamos reunidos en esta conferencia de carácter educativo y preparatorio,
puesta sus miras en el futuro inmediato de nuestra patria.
Para ello es necesario ir a los remedios, ir a la
autentica solución de esta crisis de libertad interior: la educación para la
libertad, que es el desarrollo de un camino de liberación a partir de la recuperación
de la responsabilidad personal.
La liberación personal y social es,
precisamente, el proceso gradual y creciente de eliminación de todo tipo de
alienaciones y de las presiones, autoritarismos y violencias físicas, mentales
y espirituales que son la raíz de esas enajenaciones de la realidad.
Es un proceso
que, en fin, tiene que llegar a partir de lo que constituye el núcleo
existencial de las personas y los pueblos: la liberación de su alma. Es decir, la
liberación de su conciencia, de su subjetividad, verdadero sagrario donde se
salvaguarda y desarrolla la dignidad de la persona humana.
Cuando hablemos
de libertad, deberíamos, por lo menos, preguntarnos con toda sinceridad a que
libertad nos estamos refiriendo. Cuando en cuba ansiemos la libertad, debemos
por lo menos, preguntarnos con audacia como anda nuestra propia responsabilidad
en la conquista y crecimiento de nuestra libertad interior. Aquella que no
depende de leyes y controles, la que no nos puede conceder ningún gobierno o
estado, Aquella libertad interior que nos pone en pie dentro de nosotros mismos
y no levanta de la postración del alma que es la peor de las esclavitudes.
Los que en cuba
nos encontramos cautivos por dentro, oprimidos por fuera, ciegos ante lo que
nos está sucediendo, recordemos que todo proceso de liberación comienza en el
fondo de nosotros mismos y para eso tenemos que aprender a vivir en la verdad,
que es el tema que trataremos en la segunda parte de esta conferencia.
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